¿Qué tendrá que ver la comida con la conservación de la biodiversidad? ¿Unas
manzanas con los osos? ¿Una copa de vino con los burros?
¿Qué tienen en común los ganaderos de montaña, las razas autóctonas, el
turismo y los quebrantahuesos?
La respuesta es la misma para todas estas preguntas. Sólo manteniendo
las actividades agrícolas y ganaderas tradicionales será posible mantener un
paisaje único, el esculpido por la humanidad a lo largo de los últimos
10.000 años. Y con él su biodiversidad productiva asociada.
Porque el paisaje no es un mero concepto estético, geográfico o biológico,
aquel terreno que vemos desde un sitio concreto. El paisaje es todo eso y mucho
más. Es el alma de la tierra, un complejo
producto del tiempo, de la evolución geológica, biológica e histórica de un
lugar, de la herencia de nuestros antepasados, pero también de las generaciones
futuras. Ya lo decía Azorín: “El paisaje
somos nosotros”.
Sin embargo, la globalización está acabando con este paisaje cultural
profundamente nuestro, abandonando pueblos e industrializando los
sistemas de producción de alimentos de forma terriblemente homogénea.
Extinguiendo nuestra biodiversidad productiva, las razas
ganaderas autóctonas, las variedades vegetales propias de cada región, provincia
e incluso valle.
Sólo hay una manera de detener esta pérdida que ya se conoce como erosión
genética. Convirtiéndonos en consumidores responsables.
Rechazando los productos llegados de países lejanos, los industriales, los
medioambiental y sociológicamente insostenibles. Dejándonos llevar por lo que
nos dicta la cabeza y el corazón en lugar de por las leyes de la
mercadotecnia.
Y para ayudarnos acaba de nacer un proyecto realmente
maravilloso. Se trata de la marca de garantía ConSuma Naturalidad, una
iniciativa de la Fundación
Félix Rodríguez de la Fuente que aportará información complementaria sobre
biodiversidad a los consumidores, con el fin de que éstos puedan tomar una
decisión de compra responsable. Que ayudará a proteger 150 razas de ganado y a
unas 300 variedades vegetales locales.
Porque el día en que el ganadero y el agricultor abandonen las
montañas desaparecerán de ellas buitres y quebrantahuesos, pero también
praderas cuajadas de flores y mariposas. Desaparecerán con ellos esos sabores
únicos. Nuestras pequeñas y grandes historias. Nuestras gentes. Y nosotros
seremos más pobres e infelices.
ConSuma Naturalidad es el único proyecto español que ha sido financiado por
el programa LIFE+ de la Unión Europea (2009) en la categoría de campañas de
información y comunicación. Tienes toda la información en su página oficial y en este
vídeo que te incluyo a continuación:
Foto: Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos