1 de diciembre de 2011, Roma - La FAO ha adoptado un nuevo marco mundial para la conservación y uso sostenible de la diversidad vegetal de la que dependen la propia alimentación y la agricultura.
El Consejo de Gobierno de la FAO aprobó el pasado miércoles el Segundo Plan de Acción Mundial para los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, que representa un renovado compromiso internacional para garantizar una gestión eficaz de la diversidad vegetal como elemento clave en la lucha contra la pobreza y alcanzar una mayor seguridad alimentaria en un contexto de cambio climático.
La amenaza de la erosión
La diversidad de las especies vegetales se ve amenazada por la "erosión genética", un término acuñado por los científicos para referirse a la pérdida de genes individuales o combinaciones de genes, como los que se encuentran en las variedades nativas adaptadas a nivel local.
Una de las principales causas de la erosión genética, según el informe de la FAO Estado de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo, es la sustitución de variedades locales por variedades modernas. Otras causas incluyen la degradación medioambiental, la urbanización y el desbroce de nuevas tierras a través de la deforestación y los incendios de matorrales.
Compromiso confirmado
"A través del Segundo Plan de Acción Mundial la comunidad internacional confirma su compromiso para frenar la erosión genética y preservar la riqueza de recursos fitogenéticos", aseguró Linda Collette, Secretaria de la Comisión de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO"
.Estos recursos aportan características valiosas para hacer frente a los desafíos del futuro, tales como la adaptación de nuestros cultivos a las cambiantes condiciones climáticas y los brotes de enfermedades", añadió.
El principal objetivo del Segundo Plan de Acción es fortalecer la conservación y uso sostenible de los sistemas de plantas y semillas, y los vínculos cruciales que existen entre ellos, a través de una combinación de políticas apropiadas, el uso de información científica y el conocimiento y actuaciones de los campesinos.
Actividades prioritarias
El Plan contiene una serie de 18 Actividades Prioritarias interrelacionadas preparadas en base a las consultas regionales y las carencias y necesidades identificadas en el Segundo informe del Estado de los recursos fitogenéticos mundiales para la Alimentación y la Agricultura, elaborado por la FAO.
El Segundo Plan de Acción urge a todos los países a una mejor gestión de la diversidad de los cultivos en los campos, al desarrollo de estrategias para proteger, recolectar y conservar las especies silvestres emparentadas de los cultivos y las plantas silvestres comestibles que se encuentran amenazadas, a apoyar el uso de una gama mayor de características para el mejoramiento de las plantas y el fortalecimiento de los sistemas de semillas, en especial de las variedades adaptadas a nivel local.
Llamamiento a los donantes
El Plan hace también un llamamiento a la comunidad de donantes para que impulsen los esfuerzos a nivel nacional e internacional para fortalecer las instituciones y capacidad para hacer frente a las prioridades acordadas a nivel mundial.
"Se trata de un logro importante", aseguró Modibo Traore, Director General Adjunto de la FAO al frente del Departamento de Agricultura y Protección del Consumidor. "Agradezco a los países miembros el haber confiado en la FAO. Juntos tendremos que hacer un esfuerzo concertado para alcanzar la meta", añadió.
El primer Plan Mundial de Acción fue adoptado en la Declaración de Leipzig en 1996.