Ayer, al inflar las ruedas de la bicicleta de mi hijo, descubrí que el neumático ponía Made in China. El pasado fin de semana compré unas zapatillas de deporte y ponían Made in China.
Compré unos espárragos con «el sabor de Navarra» y vienen de Perú. Mis
electrodomésticos, el ordenador en que escribo, casi todo lo que me
rodea, ha sido fabricado en un país asiático. Gran parte de la ropa que
uso quizá lleve una marca española, pero ha sido encargada a un país
emergente por quien me la vendió. Solo parecen de aquí, y no lo puedo
asegurar, el pan de cada día y los artículos básicos de alimentación. Lo
único probablemente español es lo producido en el campo español.
Hago esta reflexión al ver los datos de la EPA,
con tal número de parados que da miedo reproducirlo. Como siempre,
escucho las interpretaciones políticas y sindicales: el desastre de las
políticas de Zapatero; el horrible horizonte que nos depara la recesión;
la prioridad de contener el gasto sobre los estímulos a la creación de
empleo? Y ahora, el talismán del Gobierno, de la señora Merkel, de los
sabios economistas y otros grandes pensadores: todo se arreglará con las
reformas de Guindos, Montoro y Rajoy. En cuanto tengamos la reforma
laboral se habrán terminado las angustias.
Dios los oiga. Yo, que no entiendo de economía y
mucho menos de creación de empleo, solo digo que, si los empresarios
buscan flexibilidad, difícilmente tendrán más que con el sistema actual,
que permite contratos de un día. Si quieren despido barato, nada más
barato que los contratos temporales, que son más del 90 %. Y si quieren
movilidad, que pregunten a los jóvenes que están emigrando al
extranjero.
Mi tesis, rotundamente rudimentaria,
perfectamente aldeana y claramente antiacadémica, es que este país no
subirá el nivel de empleo hasta que consiga vender productos nacionales.
Si no los vende, no los fabrica, y si no los fabrica no puede tener
trabajadores. Mientras siga comprando en China, en Tailandia o en la
India, no necesita industrias ni manufacturas. Solo necesita vendedores,
y tampoco muchos por la caída del consumo. Y así ocurre que lo único
que sigue creciendo en España es la superficie comercial, que aumentó en
más de un millón de metros cuadrados el año 2010.
¿Dónde se ha creado empleo en España durante el
período que examina la EPA y durante todo el año 2011? En la
agricultura. ¿Por qué? Porque es competitiva y sabe exportar. Porque
muchos parados urbanos descubren el campo y vuelven a él. Y que me
perdonen los ansiosos apóstoles de la reforma laboral: porque todavía no
compramos en China las patatas, los grelos y el lacón. Perdónenme el
chauvinismo, pero creo que no me falta razón.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2012/01/28/teoria-aldeana-sobre-paro/0003_201201G28P23993.htm